La mejora continua está en nuestra naturaleza. Este principio nos ha guiado durante más de 90 años y resume perfectamente todo lo que nos distingue. Como empresa. Como marca. Como fabricante de tecnología de riego y estiércol líquido.
Valores tradicionales como la calidad, el trabajo duro y el valor son una una base sólida para nuestro esfuerzo constante por mejorar. Y considerar muy detalladamente las necesidades de nuestros clientes. Así es como -utilizando materiales de alta calidad y una tecnología de fabricación precisa- creamos productos inteligentes y sostenibles.
Nuestro éxito nos llena de orgullo: los sistemas de riego Bauer suministran agua a campos de todo el planeta que suman 2,5 millones de hectáreas. En todo el mundo se utilizan 60.000 tanques para estiércol, así como un número incalculable de separadores, bombas y agitadores.
Más de 890 empleados en 16 sedes de todo el mundo persiguen la misión de Bauer y demuestran su pasión por trabajar con máquinas excepcionales. Todo ello para nuestros clientes en más de 100 países, que están tan convencidos de la vision de Bauer como nosotros. Así es como crecemos juntos.
Lo que nos impulsa es nuestra visión de configurar y mejorar de forma sostenible el futuro del mundo agrícola.
Combinamos tradición y progreso y nos dedicamos al desarrollo de tecnologías innovadoras y soluciones que ahorran recursos. Temas como la digitalización, la precisión y el Smart Farming desempeñan un papel esencial en este sentido. Y, por supuesto, el tratamiento extremadamente cuidadoso y responsable de la naturaleza. Es importante preservarla para que también pueda servir de base de vida a las generaciones futuras. El crecimiento sano junto con nuestros empleados y clientes es nuestro lema.
El trabajo de nuestra empresa tiene un gran propósito: queremos ayudar a los agricultores de todo el mundo a producir alimentos suficientes para todos. Esto lo consideramos como nuestra vocación.
La población mundial crece rápidamente. En 2050, más de nueve mil millones de personas vivirán en nuestro planeta. Garantizar la alimentación es uno de los retos existenciales de la humanidad. Nosotros, como fabricantes de máquinas de riego y estiércol líquido, estamos orgullosos de contribuir a ello.
En todo lo que hacemos, el uso cuidadoso de los recursos naturales es nuestra máxima prioridad. Nos ocupamos dela transformación y la reutilización, del reciclaje y el upcycling, del consumo y la retribución. Respetamos al máximo los límites ecológicos de nuestro planeta. Queremos optimizar nuestros productos para que combinen la mayor
Tradición y progreso no son una contradicción. Al contrario, se refuerzan mutuamente. El verdadero progreso se basa en las experiencias del pasada. En los errores y en los conocimientos derivados de años de investigación y experimentación.
Nos mantenemos fieles a nuestras raíces. Sabemos quiénes somos y hacia dónde queremos ir. Esta claridad nos da la fuerza y energía para poder centrarnos por completo en nuestra misión principal: construir máquinas de alta calidad con las que daremos forma al mundo agrícola del mañana.
La calidad de las máquinas Bauer es legendaria. Materias primas cuidadosamente seleccionadas, tecnología de fabricación precisa, procesos inteligentes, un control de calidad escrupuloso: así es como construimos máquinas que duran para siempre.
Más del 90% de todas las máquinas de riego y estiércol construidas por Bauer en los últimos 40 años siguen en uso hoy en día. Eso nos convierte en nuestra mayor competencia. Pero estamos encantados de aceptarlo. Todo esto forma parte de ofrecer la máxima calidad.
Especialmente en un mundo en rápida evolución, se necesitan valores fiables, como la tradición y la calidad, pero también la durabilidad. Esto no solo caracteriza a nuestras máquinas, sino también a nuestra propia empresa y, especialmente, a las relaciones con nuestros distribuidores y clientes. Valoramos las alianzas duraderas y leales y queremos que nuestros clientes vuelvan a elegir una máquina Bauer la próxima vez. Fieles al lema: Una vez Bauer, siempre Bauer.
Toda innovación comienza con la curiosidad. Hacer algo realmente nuevo requiere tiempo, mucha reflexión y una cuidadosa observación de la situación propia y del entorno en general. También hace falta valor para llegar al fondo de las cosas e investigar continuamente las necesidades de los clientes. Las respuestas a estas preguntas son las semillas de las que crece la innovación. Sabemos que la innovación es un proceso continuo que nunca termina. Porque tenemos la vista puesta en el futuro. Como hemos hecho durante más de 90 años.
