Desde la aparición de las estructuras agrícolas, el hombre ha sido consciente de la importancia de las fuentes orgánicas de abono. El estiércol líquido siempre han sido uno de los abonos naturales más valiosos. Y también está en la cuna del Grupo BAUER. Fue Rudolf Bauer quien hizo posible, por primera vez en 1930, la fertilización eficiente de grandes superficies con la construcción de la primera bomba de estiércol líquido a alta presión. A esto le han seguido más de 90 años de experiencia en la gestión del estiércol líquido. La correcta manipulación, preparación y distribución del estiércol líquido se convirtió en una de las principales competencias de BAUER. Esto dio lugar a un liderazgo en el desarrollo que continúa hasta el día de hoy, haciendo de BAUER el especialista en la gestión de estiércol líquido y en líder en la solución de problemas relacionados con el estiércol de ganado vacuno, porcino y avícola, así como otras aguas residuales agrícolas.
